GUÍA PARA ELEGIR ALFOMBRAS

Deja un espacio de varios centímetros entre la alfombra y los muebles si tu salón es de tamaño pequeño. Una alfombra centrada, con el mismo largo que el sofá y que no toque el mobiliario, dará sensación de orden y el espacio parecerá más amplio

En caso de que el salón tenga un tamaño medio, la alfombra puede medir un poco más que los sofás así que, además de estar centrada y dejando un espacio libre entre la alfombra y el mobiliario, puede sobresalir un poco por los lados y así tener más espacio de suelo cubierto.

En salones más amplios, donde haya algo de espacio y parte de los sofás estén pegados a una pared, la alfombra puede ser más ancha, de manera que quede pisada por los sillones o sofás que la rodeen. Se colocará en cualquier caso siempre de manera centrada al mobiliario.

Si tienes un salón grande, la alfombra que lo recubra también puede hacerlo de manera total o casi total. Esta recomendación también aplica para la zona de sofás que no está delimitada por una pared. La alfombra conseguirá que este espacio quede bien diferenciado del resto. Recuerda que todos los muebles queden dentro de la superficie de la alfombra.

En una zona de mesa de comedor, la alfombra que se elija para el suelo debe ser suficientemente amplia como para tener cubierto no sólo la zona de las sillas cuando están pegadas a la mesa, sino también cuando se sacan hacia afuera. De otra manera puede ser incómodo al poder tropezar con la alfombra a la hora de sentarse a la mesa.

Elige una alfombra que llene todo el espacio si tienes un dormitorio grande. De esta manera además de ganar en comodidad, permitirás crear mayor aislamiento al ruido para un mejor descanso.

En en caso de habitaciones de tamaño medio, elige una alfombra que recubra toda la estancia a excepción de las mesitas. Aunque no sea un dormitorio tan grande, seguirás teniendo la ventaja de la comodidad y el aislamiento de disponer de una alfombra única.

Esta opción sigue siendo muy habitual y una de las más empleadas para cualquier tamaño de habitación. Especialmente si dispones de un dormitorio pequeño, elige alfombras pequeñas que queden en los laterales de la cama.

Esta opción es menos empleada pero no por ello menos interesante. Las alfombras a los pies de la cama suelen utilizarse cuando hay parquet, moqueta, suelo radiante o sencillamente prefieres ponerte las zapatillas al levantarte.

En el caso de tener una habitación infantil o juvenil, o sencillamente individual que esté pegada a la pared, elige una alfombra que recorra de manera longitudinal todo el largo de la cama, incluyendo la mesita de noche.

En las habitaciones de los peques, elige una alfombra amplia que les permita tener una zona en la que poder jugar, leer, o cambiarse de ropa cómodamente.